miércoles, 25 de febrero de 2009

¿Cuándo se forma el Consciente?


El aire fresco de esta maña tiene ya sabor y aromas de anticipada primavera…

Podría añadir a la micro-lección de la semana pasada alguna reflexión sobre el desarrollo ontogenético y filogenético de esta función operativa llamada en psicoanálisis Sistema Consciente.

Cómo se origina en cada ser (que es la ontogénesis) y cómo se ha originado en la evolución de la especie (que es la filogénesis).
La formación ontogenética de la Consciencia

La formación ontogenética del Consciente, que se va realizando a través de la consciencia psicológica, supone un proceso de elaboración de información, tanto de la intrínseca y autopsíquica, es decir: la que proviene de las sensaciones del propio organismo, originadas en el interior de uno mismo, como de la extrínseca o alopsíquica, que proviene de estímulos exteriores.
El niño llega a la existencia, según una teoría no universalmente acordada , “tamquam tábula rasa”, como dirían los clásicos(también se piensa que el ser viene a la existencia con estructuras cognitivas básica).
Ese espacio mental, que hemos denominado Consciente, podemos considerarlo como una pantalla en blanco en la que progresiva y evolutivamente, a medida que se van recibiendo y elaborando las informaciones, se forman unas estructuras mentales que permiten la creación de modelos de conocimiento para seguir interpretando la realidad interior y exterior, y estereotipos de comportamiento para reaccionar frente a ella.
(Lo mismo se podría decir partiendo de la teoría de que el ser humano viene a la existencia con estructuras mentales básicas, genética,ente trasmitidas).

Esto precisamente es lo que fundamenta la importancia clínica del famoso Test de Rorschach, el conocido como test de las manchas de tinta. En realidad esas láminas con manchas de tinta no representan nada, pero constituyen un conjunto experimental de estímulos frente al que la persona pone en funcionamiento, en situación de prueba, sus moldes psicoperceptivos, y proyecta sus modelos de conocimiento y sus estereotipos de reacción que construyen su propia realidad y constituyen el comportamiento singular de cada persona.

Es obvio que muchas personas basan su autoconsciencia más en fantasías subjetivas sobre sí mismo o sobre la realidad, que en los datos objetivos:
En un extremo estaría el trastorno psicótico, la patología delirante de D. Quijote pensando de sí que era el Caballero de la Triste Figura perseguido por molinos de viento.
Y, sin llegar a la desviación patologica, estaría también el artista que recrea subjetivamente la realidad, como hacen los pintores expresionistas. Como ejemplo podría citar algún poema: “Hay algo que me dice / que la voz de tus ojos / es más profunda que todas las rosas / Y que nadie, ni siquiera la lluvia, / tiene las manos tan pequeñas”. Valga de ejemplo este precioso poema, en el que los ojos hablan, y la lluvia tiene manos, citado en una película de Woody Allen.


Formación Filogenética de la Conciencia

Filogenéticamente parece ser, según interpretan los antropólogos, que la consciencia individual se fue formando con posterioridad a una consciencia colectiva ya existente.
Es decir, que el sistema Consciente que ahora analizamos como componente de cada individuo se fue desarrollando paulatinamente a partir de un Consciente grupal, de muy larga duración filogenética, en un proceso que Jung denomina de diferenciación.
No es de extrañar, porque todavía este Consciente colectivo opera en fenómenos de masa, donde la diferenciación personal queda muy difuminada y la estimulación emocional desborda a las individualidades que la forman. Es el fenómeno “Fuente Ovejuna”.
Incluso los prejuicios personales de raza, de clase o de religión y los comportamientos que de ellos emanan, pertenecen a la participación en una Consciencia colectiva.
Una de las funciones de un fenómeno tan universal antropológicamente ncesario como es la Fiesta consiste precisamente que nos libera de los límites de nuestra individualidad y nos revincula en una consciencia recuperada de colectividad.
Hasta la próxima semana, amigos.

miércoles, 18 de febrero de 2009

TOPOGRAFÍA MENTAL


El día ha amanecido con luz clara, y con cielo sereno y navegable. He recordado unos versos de mi paisano poeta Rafael Montesinos. Más o menos dicen así: Está la mañana clara.../ Porque está clara mi alma / no porque sea la mañana. Estoy seguro de haberlo experimentado al pie de la letra. Luego leo la entrada de nuestra amiga Tánger, y descubro entre líneas todo lo que para ella, en estos momentos, significa… Un abrazo, amiga Tánger. Estamos contigo.


Vamos al tema de la Topografía de la mente:

El punto de vista TOPICO , o estructural, de la descripción del Aparato Psíquico supone una representación espacial, naturalmente figurada, del psiquismo: la palabra griega “topos”, de la que deriva el término topografía, viene a significar los campos del psiquismo, los terrenos que abarca; considerando a la Psique, al Aparato Psíquico, como constituido e integrado por tres dimensiones (o campos, o sistemas) o por tres piezas, una grande y otra pequeña, que dejan un espacio de intersección.
A la esfera pequeña, la que queda arriba, le pondré por nombre CONSCIENTE, a la esfera grande, que se sitúa por debajo, le llamo INCONSCIENTE, y al pequeño sector de intersección entre ambas esferas le llamaré PRECONSCIENTE.
Y estos son los tres campos del psiquismo, o las tres piezas que integran el engranaje del Aparato Psíquico.
***(Aquí h querido introducir el dibujo de las dos esperas, la grande y la pequeña, con la zona intermedia de intersección. No lo he coseguido. Perdonen mi impericia )


El CONSCIENTE freudiano es el órgano con el que acogemos y procesamos las experiencias (lo que percibimos, lo que vemos, lo que sentimos, lo que pensamos, lo que recordamos, lo que imaginamos, lo que nos dicen, lo que nos hacen...) para nuestro enfrentamiento con la existencia.

Es como un archivo de experiencias con las que podemos contar, primero para nuestro autoreconocimiento: sé quién soy, dónde estoy, cómo me llamo, de donde vengo, lo que me gusta, lo que me alegra, lo que me apena etc., etc... porque tengo una pieza de mi aparato mental que se llama Consciente.

Para Jung las funciones del Consciente son fundamentalmente cuatro: Sentir (recibir sensaciones visuales, auditivas, táctiles...), Percibir (configurar las sensaciones), Afectarme (sentimientos y emociones que me producen estas experiencias) y Pensar (explicación, interpretación o comprensión de lo que experimento). Es como decir que las ventanas del Consciente, con las que experimento mi-estar-en-la-existencia, son estas cuatro facultades que denominamos Sensación, Percepción, Sentimiento y Pensamiento.

Dice Freud en El yo y el ello: “La propiedad de ser conscientes es el único faro en la oscuridad de la psicología profunda”. Es como el foco iluminado que proyecto sobre mi realidad concreta y sobre mi entorno. Y lo mismo que el foco proyecta la luz, el fenómeno del Consciente, su manifestación, su epifanía, es la Consciencia.

Jung la define como “la función o actividad que mantiene en relación con el YO a los contenidos psíquicos (sensaciones, percepciones, voliciones, ideaciones, pensamientos, recuerdos…), en ese espacio tópico denominado CONSCIENTE”.
Todos los contenidos que queden fuera de esta relación directa e inmediata con el Yo serán, por definición, subconscientes.

Un tema de gran interés es la aportación de Anna Freud al Psicoanálisis: los mecanismos de defensa, que pretenden preservar la propia conciencia, la autoconciencia, de ciertos contenidos perturbadores. Estos son, entre otros, el mecanismo de Desplazamiento de la conciencia ( Hichcotk tiene películas memorables fundamentadas en este mecanismo, como Marnie la ladrona, Recuerda, etc.); el de Negación de una realidad, o de algún aspecto de ella, que no se armoniza con la autoconsciencia; el de Racionalización, que elabora una explicación que pueda ser integrable y asumible, aunque no se corresponda con la realidad; el de Proyección por el que se achaca a otras personas hechos o intenciones que uno no quiere admitir en sí mismo o se resiste a tomar conciencia personal de ellos… Hay muchos más, pero en este momento me limitaré a hacer solamente estas alusiones. Y es que, como afirma Freud, los seres humanos se ven con frecuencia sorprendidos, golpeados y movilizados por elementos mentales que no conocen, y mucho menos comprenden, elementos que ni siquiera tienen consciencia de albergar. Y es por lo que elabora, frente a estos elementos mentales, unos mecanismos automáticos de defensa y autopreservación.

Insistiré en que el auto-reconociemiento de cada persona y su auto-desenvolvimiento en el medio circundante lo realiza a través, o a partir, de la auto-consciencia.

miércoles, 11 de febrero de 2009

¿Qué es METAPSICOLOGÍA?

Los inteligentes comentarios de nuestra fiel amiga Tánger me han tentado a adentrarme en el tema de la Ciencia, la Sabiduría y el Mito… Naturalmente aplicados al Psicoanálisis, y entendiendo el Mito como uno de los fenómenos culturales que más nos acercan a la “aletheia” (el descubrimiento de las verdades ocultas) y a la interiorización operativa de nuestras experiencias. Pero este tema lo tenía reservado para las lecciones finales de este curso. Mejor es tener paciencia y avanzar, como también nos aconseja Tánger, en el camino, con los ojos abiertos y la mirada limpia, como los de la niña de su marcador de páginas… Y el tema que nos va a ocupar hoy es el de METAPSICOLOGIA, lo que está más allá, en los fondos de la Psicología.

Siguiendo el hilo de la lección anterior, diré ahora que, a partir de 1915, Freud empieza a redactar una serie de artículos y de textos que recogen los resultados de sus investigaciones y reflexiones bajo el título genérico de Metapsicología. Diré además que este término lo había empleado por primera vez en 1896, en carta a su amigo Fliess

Hay una referencia implícita a la Metafísica, como estudio de las causas primeras del ser, lo que está más allá de lo físico; y una analogía con la Fisiología, estudio funcional del organismo físico, que es lo que Menniger entiende analógicamente por Personología: estudio del funcionamiento psico-personal.

El núcleo, pues, de la Metapsicología es el estudio de la estructura y el funcionamiento de lo que Freud denomina, usando un término metafórico, El Aparato Psíquico. Se trata de un modelo teórico adoptado por Freud, desde la influencia mecanicista y materialista propia de la línea de desarrollo científico de su época. Le llama Aparato, construyendo una ficción mental, para designar un conjunto de elementos, de partes y de funciones organizadas y articuladas con una finalidad específica. La finalidad funcional del Aparato Psíquico es doble: Por una parte, trasmitir y transformar la energía psíquica. La excesiva acumulación energética produce displacer y la descarga produce placer. Por ejemplo, el hambre supone acumulación energética instintual encaminada a buscar su satisfacción, igual que en la excitación de energía sexual.
Añadiré que la acumulación de excitación sin una representación referencial, como vía de escape, produce la angustia. Y el bloqueo de la vía de escape sería la frustración.

La segunda finalidad funcional del Aparato Psíquico será mantener lo que se llama el Principio de la constancia: conseguir que la cantidad de excitación intracerebral se mantenga constante o a un nivel suficiente. Lo contrario daña o altera el equilibrio psico-físico. Este principio de constancia se conoció más tarde con el nombre de homeostasis.

Tengo que señalar que Freud adopta los conceptos físicos de energía, o los conceptos termodinámicos de carga y descarga, que son, como ya he dicho, los propios de las concepciones científicas de su época.

La descripción de la estructura y el funcionamiento del Aparato Psíquico nos servirá para comprender los conceptos fundamentales que componen el sistema psicoanalítico y para perfilar la imagen de la personalidad y de sus perturbaciones según la teoría psicoanalítica. Freud va haciendo esta descripción, progresivamente, desde tres puntos de vista, que él denomina: Tópico, Dinámico y Económico.

Enfrentando ya los conceptos, tengo que aclarar que La Metapsicología no pretende hacer una descripción de realidades o de entes directamente observables, ya que, como he dicho, lo inconsciente es por definición lo inobservable. Pero Freud hace, metodológicamente, una especie de ficción mental, inventando un vocabulario que permite hablar de la psique como si ésta tuviera una estructura. Como el Adán bíblico va mirando al mundo al que enfrenta y poniéndole el nombre a cada cosa, o como los grandes Descubridores denominaban los terrenos conquistados. Pero esto no es más que una metáfora, un modelo de trabajo para poder comprender y configurar verbalmente lo que investiga. Aunque sabiendo que la única manera de conocer la Psique es vivirla, endovivenciarla, igual que cuando queremos conocer una ciudad: recorrer sus calles, sus plazas, sus monumentos, “sentir” su clima, respirar su aire....No basta con mirar el mapa. Aunque el mapa, incluso tratándose de esa metafórica ciudad interior que es la Psique, sea necesario para orientarnos y llegar a conocer la ciudad.

miércoles, 4 de febrero de 2009

LOS PIONEROS

En esta mañana, que ha amanecido fría, lluviosa y desapacible, el Google se me abre con este sugerente pensamiento de Stevenson: “No pido riqueza, ni esperanza, ni amor, ni un amigo que me comprenda; todo lo que pido es un cielo sobre mí y un camino bajo mis pies”. Pues vamos a ello, a reemprender una vez más nuestro camino, abriéndonos paso por la intrincada gnoseología de Sigmund Freud.

Empezaré hoy retomando el concepto de Inconsciente con unos versos de Wordsworth: “En mi mente hay cavernas / a las que el sol nunca podrá llegar”. El Inconsciente en su doble aspecto: como dimensión de la Personalidad, y como dinamismo intrínseco determinante de comportamientos.

A partir de este descubrimiento, Freud dedica toda su vida a elaborar un sistema operacional de pensamiento psicológico y antropológico, que se vino a etiquetar con el nombre de Psicoanálisis.

Y este nombre, este significante conceptual, Psicoanálisis, recubre y engloba tres significados :



1º Es (llega a ser) una teoría completa de la Psique y de la Personalidad.

2º Es un método de investigación del psiquismo, sobretodo en su dimensión inconsciente, aplicable desde la medicina, la pedagogía, la historia, la religión, el arte...

El término investigación adquiere aquí su pleno significado etimológico de “ir tras los vestigios”, porque el Inconsciente sólo puede ser conocido por sus vestigios, por sus huellas, por sus rastros..., nunca por sí mismo ya que, por definición, es “lo inconsciente”, lo desconocido.

3º Es también el Psicoanálisis un conjunto sistemático y táctico de técnicas terapéuticas, psicoterapéuticas.

Diré que Freud utilizó por primera vez este término de Psicoanálisis en la francesa Révue Neurologìque, en un artículo titulado Herencia y etiología de las neurosis, en el que por primera vez expone su teoría inicial de la seducción infantil, de la que más tarde se desdijo. Este artículo data de 1896, y sin embargo, en su conferencia ante el Colegio de Médicos de Viena de 1904, publicado con el título de “Sobre Psicoterapia”, afirmó que a este método, que él está exponiendo, el Dr. Breuer lo denominaba “catártico”, pero que él lo prefiere llamar “analítico”. Todavía el término Psicoanálisis no está decisivamente introducido.

Para seguir estudiando, investigando, elaborando, contrastando y expandiendo este inicial embrión del Psicoanálisis, Freud reúne a su alrededor a un grupo escogido de personas, sobretodo de médicos, de Viena, Max Kahane, Rudolf Reitler, Alfred Adler, también a Stekel, después a Otto Rank, a Ferenci, a Ernest Jones, a Jung... Y lo que empezó llamándose la Sociedad Psicológica de los Miércoles se convirtió en 1908 en Sociedad Psicoanalítica de Viena, modelo de otras sociedades análogas en todo el mundo, y de la que después fue la Sociedad Psicoanalítica Internacional.


Añado a estas reflexiones un texto de Karl A. Menniger de su libro, escrito en colaboración con Philips S. Holzman, Teoría de la técnica psicoanalítica. Considera que históricamente se entendía por Psicoanálisis “una modalidad o técnica destinada a tener acceso al contenido inconsciente de la mente”. Y explica que en este sentido es comparable con la disección que hacen los médicos, o con la exploración visceral dentro de un ser humano vivo. Piensa que a raíz de tales observaciones se acumuló un conglomerado de conocimientos basados en los datos obtenidos por este método, y en este sentido cree que el Psicoanálisis puede considerarse equivalente a la anatomía o la histología. Ampliando estos conocimientos iniciales, se fue desarrollando un sistema de hipótesis para describir todo el funcionamiento psicológico, de lo que nació, piensa Menniger, una “ciencia de la personología” en la que él encuentra semejanzas con la fisiología. De aquí se llegó a lo que la mayoría de la gente piensa cuando se emplea la palabra Psicoanálisis: “una técnica destinada a tratar a determinados pacientes de una determinada manera”. El Psicoanálisis entra así dentro del ámbito de la Psicoterapia, en cuanto que es “el tratamiento formal de los pacientes por medios psicológicos y no con agentes físicos ni químicos: es decir, principalmente a través de la comunicación verbal”. Este es el texto de Menniger que viene a incidir sobre el triple ámbito conceptual que se abarca bajo el término de Psicoanálisis.

A partir de este descubrimiento, cuyas circunstancias se rememoraron en la lección anterior, Freud dedica toda su vida a elaborar un sistema operacional de pensamiento psicológico y antropológico, que se vino a etiquetar con el nombre de Psicoanálisis.


Para seguir estudiando, investigando, elaborando, contrastando y expandiendo este inicial embrión del Psicoanálisis, Freud reúne a su alrededor a un grupo escogido de personas, sobretodo de médicos, de Viena, Max Kahane, Rudolf Reitler, Alfred Adler...también a Stekel, después a Otto Rank, a Ferenci, a Ernest Jones, a Jung...Y lo que empezó llamándose la Sociedad Psicológica de los Miércoles se convirtió en 1908 en Sociedad Psicoanalítica de Viena, modelo de otras sociedades análogas en todo el mundo, y de la que después fue la Sociedad Psicoanalítica Internacional.

A modo de anécdota diré que en la primera sesión se trató sobre la psicología del fumador y que Stekel describió esas, por él llamadas “inspiradoras”, primeras sesiones de los miércoles con estas palabras: “Éramos como los pioneros en una tierra recién descubierta, y Freud era el líder. Parecía que saltaban chispas de una mente a otra. Cada noche experimentábamos como una revelación”.