martes, 11 de noviembre de 2008

¿OS VA UN EJERCICIO?

El diálogo que ha surgido entre David y José Mª, a propósito del texto de Tolstoy que aportó un corresponsal anónimo sobre el “sin-sentido” de la vida, me ha sugerido proponeros un ejercicio, con el que he puesto en marcha algunos de los Cursos de Psicoanálisis que he impartido en otras ocasiones.
Se presentan una recopilación de textos, de distintos autores, y se les propone a los participantes del curso que los lean individualmente, en privado, y les pongan un orden de valoración según el interés que les ha despertado su lectura. Después cada participante iba leyendo en voz alta, y comentando, el texto más valorado, el que le había resultado más esclarecedor en relación a sus expectativas sobre este Curso de Psicoanálisis…


1.- “Hemos llegado a un estado de cosas en que es evidente que el problema fundamental de la persona no es ya el de comprender y el de dominar las fuerzas físicas del universo, sino el de comprenderse a sí mismo y el de encontrar los medios para ayudarse a sí mismo y ayudar a los demás a lograr una auténtica realización personal”. (Harry Guntrip, “El self en la teoría y la terapia psicoanalíticas”)


2,- “Te diré algo trivial: somos afectivamente analfabetos...Nos han enseñado todo lo material, la agricultura de Madagascar y la raíz cuadrada de pi (o como quiera que se llame esa maldita cosa), pero no nos enseñaron nada sobre el alma. Somos abismalmente ignorantes, tanto respecto a nosotros mismos como sobre los demás. Hoy se habla mucho de que los niños deben ser educados en la hermandad, la solidaridad, la coexistencia, la igualdad....Pero a nadie se le ocurre que debemos a aprender primero algo sobre nosotros mismos y sobre nuestros sentimientos: nuestro propio miedo, soledad e ira. No nos dan esa oportunidad y permanecemos ignorantes, y culpabilizados, entre las ruinas de nuestras ambiciones...¿Cómo vamos a comprender alguna vez a otras personas si no conoces nada acerca de ti mismo?...” (Igmar Bergman, “Escenas de un matrimonio”)


3.- “El instrumento anímico no es nada fácil de tañer. En estos casos recuerdo siempre las palabras de un neurótico famoso en todo el mundo, pero que jamás fue tratado por ningún médico, pues sólo vivió en la imaginación de un poeta. Me refiero al príncipe Hamlet de Dinamarca.. El rey ha enviado junto a él a dos cortesanos para sondearle y arrancarle el secreto de su melancolía. Hamlet los rechaza. En este punto traen a escena unas flautas. Hamlet toma una y se la tiende a uno de los inoportunos cortesanos, invitándole a tañerla. El cortesano se excusa, alegando su completa ignorancia en ese arte, y Hamlet exclama: Pues mira en qué opinión más baja me tienes. Tu me quieres tocar, pretendes extraer de mi lo más íntimo de mis secretos, quieres hacer que suene desde el más grave al más agudo de mis tonos...y está aquí este pequeño instrumento, capaz de excelentes sonidos y armonías, que tú no puedes hacer sonar. ¿Es que juzgas que se me tañe a mi con más facilidad que a una flauta?” (S. Freud, “Sobre Psicoterapia”)

3.- “El alma del hombre es un país lejano al que no es posible aproximarse y que no podemos explorar”. (Heráclito)

4.- “La mayoría de las personas ha aprendido a ‘entenderse’ con los demás: tienen para ello los instrumentos lingüísticos necesarios, incluso hay quien se entiende con personas de otros idiomas; han aprendido francés, inglés, japonés, etc. Pero ¿han aprendido también a entenderse consigo mismo, en la lengua de la propia subjetividad?” (F. Richaudeau, “Los secretos de la comunicación”)

5.- “El propio ser es algo que a uno mismo se le oculta: de todos los tesoros ocultos, el de sí mismo es el último en ser desenterrado” (Nietzche)

6.- “Hoy la gente está muy ilusionada por llegar a la Luna: se puede llegar mucho más lejos, sin salir del fondo de uno mismo” (Anäis Nin, “Diario”)

7.- “El primer problema para mí soy yo mismo” (San Agustín)


8.- “Recuerde que siempre nos ignoramos, que el consejo de Sócrates es absurdo, que uno no puede llegar a conocerse a si mismo. Nuestra alma es como el agua de un río; algunas veces el viento lanza al revés las aguas de la superficie: el que lo cruza debe desconfiar de las apariencias, ya que las aguas profundas siguen su curso, río abajo, imperturbablemente. La incoherencia de nuestros actos quedaría explicada si, bajo la capa fina de la superficie, pudiéramos ver las profundidades....Pero no las veremos nunca”. (Van der Meersh, “Porque no saben lo que se hacen”)


9.- “No corras, ve despacio / que adonde tienes que llegar/ es a ti sólo” (Juan Ramón Jiménez)

10.- “Como experiencia terapéutica, el psicoanálisis bien podría recomendarse a los médicos, psicólogos, sociólogos, educadores, profesores, trabajadores sociales, antropólogos, historiadores, abogados, científicos, políticos, artistas creativos, clérigos y a todos los que de algún modo se ocupan de la mente humana”.


Después solíamos hacer un comentario-debate sobre el interés de cada texto elegido por los participantes, relacionándolos, de algún modo, con los objetivos que pretendían con respecto al curso.
Yo os invito a que , si queréis, aportéis en “Comentarios” vuestra personal elección…

Un saludo, amigos. Os sigo esperando.

4 comentarios:

  1. Para mi el texto que más me implica y que sugiere lo que yo siento frente a la psicología es el texto de Bergman (2). Todos me han parecido sugerentes y creo que se propone la misma temática en todos. De nuevo el front´n de Delfos, "conocete a ti mismo". Este es un apasionante viaje que comencé hace mucho tiempo, pero como deciamos en anteriores post, solo he conseguido un mapa de mi ignorancia. Por Qué resultará tan difícil esa comprensión de uno mismo, siendo al que tenemos más cerca y casi siempre estamos en discordia y desconocimiento, también cabría el texto de Nietzsche, el del tesoro interior que es el más difícil de encontrar.Pero ese desconocimiento del si mismo , nos arrastra a un desconocimiento del otro y en el fondo padecemos una endemica ignorancia, de como tratarnos para llegar a estar comodos en nuestra piel.

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  2. El texto número uno sintetiza el mensaje que de una manera o de otra se encuentra en los demás textos: comprenderse, ayudarse a si mismo y ayudar a los demás a ser personas. Es el “conócete a ti mismo” de Sócrates, el autoconocimiento de S. Agustín, el extraordinario verso de Juan Ramón Jiménez “No corras… que a donde tienes que llegar es a ti mismo”. Hay un texto de Heráclito que me parece también sugerente: a pesar de la necesidad que tenemos de autoconocernos, somos para nosotros mismos un país lejano y, en multitud de ocasiones, difícil de explorar.

    Por lo que voy viendo, y a pesar de mi inexperiencia psicológica, el Psicoanálisis puede ser una buena herramienta que produzca “excelentes sonidos y armonías”, como decía el mismo Freud, para hacernos sonaren profundidad.

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  3. El texto que me parece profundo, adecuado a lo que tratamos, es el de Van der Meersh. Refleja muy bien el caudal de aguas subterráneas que, a menudo, discurren en lo más hondo de nuestra psique. Es verdad que el grito final -“bajo la capa fina de la superficie, pudiéramos ver las profundidades... Pero no las veremos nunca”- es desgarrador. Lo que intentamos, precisamente, es ir contra corriente y escrutar las profundidades de nuestro ya caudaloso río. Siempre es posible.

    Quizás la elección de este texto se deba, además, al recuerdo del impacto que me produjo, hace ya muchos años, la lectura de la novela “Porque no saben lo que se hacen”. Entre mis viejos libros que siempre me han acompañado de un lado a otro, hay un libro viejo, de colección manual y deficiente encuadernación, que lleva ese título. ¡Cruda, pero realista y hermosa novela!

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  4. En todos los textos se evidencia la importancia de llegar al conocimiento de sí mismo y, por lo tanto, de los demás. Este hecho, además, se vuelve esencial para la plena realización del acto de amar. El conocimiento es uno de los cuatro elementos que Erich Fromm nos señaló a la hora de definir el amor como un arte a cultivar. Esa comprensión de sí mismo y de los demás, junto al cuidado, la responsabilidad y el respeto han de estar presentes, según él, en todas las formas de amor: fraternal, maternal, erótico etc.

    Afortunadamente, el Psicoanálisis nos ayuda a comprender "la incoherencia de nuestros actos" porque precisamente nos lleva más allá de "la capa fina de la superficie" donde se encuentran escondidos los tesoros profundos del Inconsciente. A través de la palabra y entre silencios, brota el discurso interior en el que se manifiesta el sufrimiento. De esta manera va a pasar al territorio de la conciencia, todo lo que hasta ahora se había manifestado en el síntoma y en el malestar vivido.


    Un gran abrazo, Fernando. Somos nosotros los que seguimos esperando la miel en tu palabra.

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